être seul
“De una vez por todas, Nietzsche nos regaló el nombre del interlocutor que somos cada cual para nosotros mismos, y ese nombre es soledad –el único nombre que conviene a nuestra mayoría de edad. Para el piadoso no hay soledad, esta es invención exclusiva de nosotros, los impíos. Y es cierto que con él se nombra el frío más frío y el peor desierto donde todo es peligro, pero tras haberlo escuchado, es imposible no oír en todos los demás nombres los ecos de un bautismo de esclavo”.
Miguel Morey, Pequeñas doctrinas de la soledad. 2007
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